AVISO

Hola, cómo va. Seguramente habrán notado que hace varios días (más de diez) no actualizo el blog, algo raro si tenemos en cuenta que venía subiendo textos bastante seguido. La cuestión que es que hace algún tiempo que venimos tramando con el amigo Villarino y algunas personas más la idea de empezar un sitio de crítica de cine, que esté dedicado sobre todo a los estrenos pero que también tenga lugar para otras cosas, como discos, libros, cómic, etc. Después de varios días de pruebas y correcciones, y aunque todavía falta pulir varias cosas, ya puedo decir que el sitio está listo para ser visitado. Acá les dejo el link:

www.cinemarama.wordpress.com

Por ahora tengo pensado dedicarme de lleno a este nuevo proyecto, aunque voy a tratar de actualizar de forma esporádica Cine Mifune.

Los esperamos en el nuevo Cinemarama.

Saludos a todos.

martes, 29 de abril de 2008

Rancho aparte (Argentina - 2007)

Dirección: Edi Flehner
Guión: Edi Flehner
Intérpretes: Leandro Castello, Luz Palazón, Mercedes Scapola
Música: Guillermo Grillo
Duración: 87 minutos






Hay películas basadas en obras de teatro que son muy cinematográficas, como Enrique V de Kenneth Branagh o Macbeth de Orson Welles. También hay películas basadas en obras de teatro que son muy teatrales; porque no hacen uso de lo que la mayoría del público y los críticos piensan que son los recursos puramente cinematográficos y en cierta manera toman algunas cuestiones de puesta en escenas propias del teatro (en este sentido, gran parte de la comedia americana de la era clásica podría estar basada en obras de teatro, porque su funcionamiento estético es muy teatral). Una de las dos alternativas no debería ser a priori mejor que la otra, sino que tendríamos que pensar a las películas separadamente y de acuerdo a otras cuestiones más complejas para poder decir si la película es buena o mala. Sí es válido, en cambio, acusar a una película de querer ser lo que no podría ser nunca, de querer disfrazarse de otra cosa, de mentir. Rancho aparte miente, o al menos lo intenta.

La ópera prima de Edi Flehner está basada en una obra de teatro escrita por Julio Chavez, y el texto ahoga por completo a la película. Casi no hay película fuera de los tres protagonistas y del departamento donde se desarrolla la acción. A esto hay que sumarle la cantidad enorme de diálogo, y que dos de los protagonistas están todo el tiempo en pantalla. O sea que apenas ojeando la premisa narrativa de Rancho aparte nos damos cuenta de que estamos frente a una película que muy difícilmente pueda escapar de su carácter teatral; es decir, que no hay forma de darle a la película un aire un poco más cinematográfico sin caer en un conflicto estético del que será muy difícil salir bien parado. Acá está el error de Flehner, porque trata de meterle “cine” a una película que es cien por ciento teatro, y el resultado es una mescolanza, un rejunte de escenas largas de teatro con algún que otro momento más “cinematográfico”. Por ejemplo, cuando se cuenta un flashback varias veces, o cuando se cambia de una habitación a otra atravesando visualmente una pared, o los momentos del principio y el final con la voz en off. A esto habría que sumarle movimientos de cámara y planos forzados e insulsos, que no tienen por finalidad otra cosa que darle una pátina exagerada de cine a la película.


Parece que Edi Flehner sufre mucha culpa por las grandes dosis de teatro que hay en la historia, entonces trata de descomprimir la película injertando momentos que hacen un uso superficial y cómodo de algunos pocos recursos del cine. Estoy seguro que la película habría funcionado mucho mejor de no haber sido sometida a esa “cinematografización” bruta y acartonada; por lo menos estaríamos ante una obra coherente, con una forma y una historia en sintonía. Pero la película que es Rancho aparte no es más que un pegote desprolijo que no deja ver huella alguna de cine. Y además, es una película mentirosa.

Para ir terminando, Rancho aparte tiene dos cosas que me gustan. Una, que si bien la película le pega a la gente de Barrio Norte (nada nuevo) también le pega a la gente del interior, y mucho, algo que no suele verse para nada en el cine argentino, aunque se esté trabajando con estereotipos (un cine cuya corrección política no le permite atacar a la gente del interior del país debería generarnos una desconfianza muy grande). Y dos, y esto está relacionado con la obra original de Chavez; el fastidio que producen los personajes y sus conflictos (especialmente los dos que vienen del campo) se torna cada vez más insoportable porque en el guión casi no hay momentos de calma sino un in creciendo constante que se hace difícil de aguantar. La irritación que genera ver Rancho aparte en una sala de cine es algo poco común, y aunque sea algo buscado o no por la propia película eso efectivamente está y la convierte en un ejemplo raro de cine extremo, de experiencia masoquista límite. Lo digo sin ironía; creo la película invita muchas veces a que el espectador se vaya de la sala. Respeto la decisión arriesgada de Edi Flehner de hacer una película irritante e insoportable, y también la de los pocos espectadores que no se fueron hasta que terminó la proyección aunque la estuvieran pasando muy mal (no le pregunté a ninguno de ellos si la película les había gustado, pero es imposible que la estuvieran pasando bien, eso seguro). Por otra parte, no me gustan para nada las películas mentirosas: Flehner puede irse a robar a los caminos de Nogolí o como sea que se llame el pueblo ficticio de sus personajes.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Diego. Te conozco de El Amante.
Macbeth, por Roman Polanski, también es cine (aunque no una buena película, creo recordar); y Othello, por Orson Welles, ni hablar: cine puro. Bazin (perdón por la cita)les buscaba la vuelta a las adaptaciones (de Shakespeare)de Lawrence Olivier, que se constituían en cine por el recurso de explicitar, mediante planos de las marquesinas y del exterior de la sala, que se trataba de una representación teatral filmada. Lindsay Anderson filmó Look back in anger (de Joe Orton)pero sin hacerles caso a Olivier y a Bazin. Peor para él.
Saludos.

Anónimo dijo...

Bueno, vamos a ir por partes porque este post me generó cosas:
Nº 1: valoro los huevos de ir a ver esta película.
Nº 2: Cómo le molestan la películas mentirosas! y pregunto: ¿Qué es una película mentirosa? Si entendemos como mentir a faltar a la verdad, ¿qué película me "dice" la verdad?
Nº 3: Eso de andar acusando es medio feo...
Nº 4: Yo que ud. no me pongo a analizar diván mediante a Flehner que ya es un señor grande y con un pasado frondozo.
Nº 5: ¿Seguro que nadie la pasó bien?
Usted bien sabe que la obsecuencia nunca fué mi fuerte y esto no hace mella en el gran cariño que le tengo.

El Criticon dijo...

Nada de disculpas David, para bien o para mal Bazin es un amigo de la casa en este blog. Cuando escribía hasta pensé en hacer referencia y hablar un poco sobre "A favor de un cine impuro", un texto en el que Bazin se pelea con toda una tradición crítica (que llega hasta nuestros días) que dice que el teatro en el cine es algo así como "menos cine". Lo peor de todo es que el texto de Bazin convence bastante.

Un saludo, David.

El Criticon dijo...

Glenda, por favor, nada más placentero que pelearse hablando de cine con gente que uno quiere. Acá van algunas respuestas tentativas:

2: sí, es muy difícil definir qué es una película "mentirosa". Sin querer ponerme denso, Barthes decía que el crítico no tiene que buscar en las obras de arte verdades o falsedades sino "valideces", o sea, ver cómo es que funciona internamente esa obra. A lo que me refería con lo de mentirosa es que se nota mucho que Rancho aparte fuerza la parte visual para aparentar ser un poco más cinematográfica, pero nunca lo consigue.

3: no me parece mal acusar si hay un buen motivo. En lo personal me molesta mucho ese tema de disfrazar de cine una obra de teatro, y creo que hay que decirlo.

4: mirá que nunca traté de analizarlo a Flehner. Lo que pasa es que siempre pienso que el director es el mayor responsable de una película (una idea un poco oxidada, no lo niego), entonces para mi los ataques o los elogios siempre recaen sobre el director. Es más, no conozco casi nada sobre la carrera de Flehner (salvo el derrotero de su productora, que daría para un texto "aparte", como el rancho), pero ahora que dijiste "frondozo" me está empezando a interesar.

5: seguro, no tengas ninguna duda.


Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hoy ando belicosa...y no creo que nos pongamos de acuerdo porque jugamos en el terreno de la subjetividad pero:
Creo que -y si interpreto bien lo que decís- en todo caso la película es pretensiosa; pero bueno, es que el término "mentirosa" me hace más ruido que el desprendimiento del Perito Moreno.
Idem con la palabra "acusar", uno puede decir muchas cosas con las cuales no esté de acuerdo, o no le gusten, y lo mismo puede ocurrir con voces en contrario, así, las cosas quedarían solamente en un cruce de "acusaciones", nunca beneficioso.
Lo del psicoanálisis viene de "parece que Flehner sufre mucha culpa" (?!), creo que en todo caso el injerto de momentos que hacen uso superficial de recursos del cine le viene de su pasado publicista y no de su subconciente freudiano.
Y no se olvide que hay gente para todo y para todos los gustos...
Salute.

El Criticon dijo...

Si, reconozco que lo de la "culpa" suena un poco medio bastante psicologista, pero estaba lejos de mi querer analizarlo a Flehner. En todo caso, la expresión no es clara. Los problemas de no tener un editor encima, vio?

Con el resto sí, me mantengo firme como Leónidas al mando de sus 300. Obvio que habrá gente a la que la película le gustó, pero repito: nadie pudo haberla pasado bien durante la función.

Saludos.

Anónimo dijo...

Y ahora que...voy a tener que ver este mamarracho?!
Por un momento pensé que en el Instituto le daban Introducción a la Psicología I.
Ah...y no hace falta editor, es que hay lectores jodidos que le buscan el pelo al huevo (y se lo seguirán buscando, como corresponde)

Ezequiel Villarino dijo...

¡Hey chicos y chicas!... no se me pongan teóricos que me dan ganas de ponerme en modalidad "densa".
Y encima no pude ver esta peliculita como pa´ discutir con razón...
Otra: tené cuidado en centrarte demasiado sobre la figura del director Criticón san... ¿te querés volver autorista como alguien que conozco y encuentro cada vez que miro un espejo?
Y mirá que vuelvo como tu editor preferido Tomadachi!!!! (sí, a ese que le gritabas porque te "justificaba" los textos en un blog llamado cinemaramacritic).
Estoy amenazando demasiado, es tarde y estoy cansado.
Sayounara!!

El Criticon dijo...

Ezequiel, el motivo principal por el que me fui de Cinemarama es que cuando me distraía un segundo vos venías corriendo cual Flash y me justificabas los textos man...

Saludos.

Ezequiel Villarino dijo...

Sí, pero ahora cambié, en serio...noooot.
Hasta subo posters agradables de la última de Nolan!
PD: igual en tojojin sigo justificando los textos, y bueeeeeeee...no!
Sayounara!

Anónimo dijo...

Bueh, uno acusa el otro amenaza...muchachos, sáquense la gorra!!!

El Criticon dijo...

Es el efecto post-Tropa de elite. De paso, alguno de ustedes vio ese aborto-película? Yo casi escribo en contra, pero después me pareció completamente innecesario. Ves?, ahi hay otra película que es mucho más "acusable" que Rancho aparte.

Y Ezequiel, parecés peronista. Por lo incorregible, digo.

Anónimo dijo...

No, ni en pedo...