AVISO

Hola, cómo va. Seguramente habrán notado que hace varios días (más de diez) no actualizo el blog, algo raro si tenemos en cuenta que venía subiendo textos bastante seguido. La cuestión que es que hace algún tiempo que venimos tramando con el amigo Villarino y algunas personas más la idea de empezar un sitio de crítica de cine, que esté dedicado sobre todo a los estrenos pero que también tenga lugar para otras cosas, como discos, libros, cómic, etc. Después de varios días de pruebas y correcciones, y aunque todavía falta pulir varias cosas, ya puedo decir que el sitio está listo para ser visitado. Acá les dejo el link:

www.cinemarama.wordpress.com

Por ahora tengo pensado dedicarme de lleno a este nuevo proyecto, aunque voy a tratar de actualizar de forma esporádica Cine Mifune.

Los esperamos en el nuevo Cinemarama.

Saludos a todos.

lunes, 25 de febrero de 2008

La conspiración (In the valley of Elah - Estados Unidos - 2007)

Dirección: Paul Haggis
Guión: Paul Haggis
Intérpretes: Tommy Lee Jones, Charlize Theron, Susan Sarandon, James Franco, Josh Brolin
Música: Mark Isham
Duración: 121 minutos








La conspiración es una película de guión. Y digo de guión no porque tenga un gran guión, sino porque Paul Haggis sigue siendo en esencia un guionista y no un director. Su película es correcta, con personajes que pueden interesar y algunos conflictos que funcionan. Pero no sale del montón. A Haggis se lo nota forzado en la dirección, duro, y la película lo acusa en varios momentos. La puesta en escena, de tan correcta que es, termina siendo invisible. Pero no en el sentido del cine clásico, donde un espectador atento puede deleitarse con cosas como la construcción de los planos o el ritmo del montaje. Haggis parece como si filmara de compromiso, con pericia, sí, pero sin fuerza y sin ganas, como si no tuviera nada que decir con una cámara.

Por eso, cual película de guión (y de guionista) La conspiración recae exclusivamente sobre la historia y los personajes. Y acá hay algo parecido a lo que dije sobre la puesta en escena: el guión, al menos en superficie, no tiene problemas ni baches importantes, y mantiene bastante bien el interés durante toda la película. Pero los personajes son apagados, tenues, tienen algún que otro destello en alguna escena y nada más.


Y lo peor de la película, lo peligroso, es la bajada de línea. Peligroso porque la argumentación es por momentos sutil pero muy sucia. Haggis no apunta más que a la reflexión barata y al lugar común, y lo hace tranquilizando conciencias, con un guión y personajes que parecen en movimiento pero que en realidad están quietos. La película se mete con los soldados que vuelven de Irak. Se habla de drogas, de peleas internas, de problemas psicológicos, de tráfico, etc. Después de poner al descubierto el entramado legal y moral del ejército estadounidense, Haggis se despacha con su “crítica”: en el ejército hay corrupción, en Irak la guerra se complicó, la injerencia militar de Estados Unidos en Medio Oriente es cuestionable. Pero más allá del tono hipócrita de Haggis, lo más irritante es que todo parece dado de antemano, como si Estados Unidos simplemente, de un día para el otro, se hubiera encontrado con Irak como está ahora. Se habla de Irak como un “nido de ratas” o “agujero de mierda”, y se dice que “habría que volarlo”, en lo que son intentos lamentables de generar polémica y dibujar personajes complejos, pero nunca se habla del fondo de la cuestión. Se ataca a los soldados, pero se asume que lo que pasa en Irak es en verdad una guerra. Pegarle a algo chico para seguir escondiendo algo más grande es la táctica descarada de Haggis y su película.

viernes, 22 de febrero de 2008

La joven vida de Juno (Juno - Estados Unidos / Canadá / Hungría - 2007)

Dirección: Jason Reitman
Guión: Diablo Cody
Intérpretes: Ellen Page, Michael Cera, Jennifer Garner, Jason Bateman, Allison Janney, J K Simmons
Música: Matt Messina
Duración: 96 minutos








A pesar de ser una comedia estadounidense, Juno no tiene nada que ver con las películas que integran lo que suele llamarse Nueva Comedia Americana. Y a pesar de compartir a un protagonista (Michael Cera) Juno es una película casi diametralmente opuesta a Supercool. Y aunque comparte conflicto con Ligeramente embarazada, Juno no se parece en nada a la película de Judd Apatow. Es que Juno se aleja por igual de las propuestas de las dos corrientes: la primera, la NCA, salvo excepciones, suele tener una mirada muy negra y poco esperanzada del mundo, y la segunda, las dos películas de Apatow (LE y Virgen a los 40 años, que con el tiempo se van erigiendo como un rival importante de la NCA) giran en torno a la infantilidad y la necesidad, por momentos casi obligatoria, de crecer y alcanzar la madurez. Juno, en cambio, no sólo tiene una mirada esperanzada sino que también se niega a plantear la madurez como un tema central. En Juno los personajes se ven afectados por los conflictos y cambian, pero a diferencia de gran parte del cine estadounidense, no aprenden nada en términos de enseñanzas morales; esto es una idea que va a contramano del cine mainstream actual, y que ubica a Juno en una rara categoría de cine industrial (porque de independiente tiene poco, a pesar de los tics y las manías indie) aunque no mainstream.


Lo de no hacer pasar a los personajes por un “aprendizaje” ético es algo muy importante y que sirve para marcar distancias con una película a la que le fue muy bien en cuanto crítica y público, Ligeramente embarazada. Mientras que en LE la decisión que toman los personajes (tener al bebé y vivir juntos) es fruto de largas discusiones y semi-debates que se plantean en la película (y que, obviamente, se le plantean al público desde la película) en Juno la decisión del personaje es clara desde un principio (tener el bebé y darlo en adopción), sin recurrir a debates ni a escenas donde se habla de “temas” de forma muy grosera: Juno está convencida de lo que quiere desde un principio y no cede ante las presiones de otros personajes. Es decir, que salvo algún que otro descubrimiento del personaje sobre la pareja y la relación con los padres, Juno no “aprende” nada en toda la historia, porque ya sabe desde el comienzo de la película todo lo que le hace falta para afrontar su conflicto. Por eso es que, si bien duda, Juno nunca cambia su forma de pensar. Y la película respeta su decisión: nunca se juzga con fuerza al personaje. Ni los padres, ni sus amigos, ni siquiera los compañeros de colegio andan espetándole discursos sobre lo que debe y no debe hacer.

Juno tiene mucho humor, es divertida, los personajes son muy ricos (el de Michael Cera especialmente) y las relaciones entre ellos son complejas (ver a Juno con su papá o con su madrastra). Pero la elección de proponer personajes que no aprenden, que no son sometidos a pruebas y lecciones éticas por la película, es seguramente el mayor logro de Juno.