AVISO

Hola, cómo va. Seguramente habrán notado que hace varios días (más de diez) no actualizo el blog, algo raro si tenemos en cuenta que venía subiendo textos bastante seguido. La cuestión que es que hace algún tiempo que venimos tramando con el amigo Villarino y algunas personas más la idea de empezar un sitio de crítica de cine, que esté dedicado sobre todo a los estrenos pero que también tenga lugar para otras cosas, como discos, libros, cómic, etc. Después de varios días de pruebas y correcciones, y aunque todavía falta pulir varias cosas, ya puedo decir que el sitio está listo para ser visitado. Acá les dejo el link:

www.cinemarama.wordpress.com

Por ahora tengo pensado dedicarme de lleno a este nuevo proyecto, aunque voy a tratar de actualizar de forma esporádica Cine Mifune.

Los esperamos en el nuevo Cinemarama.

Saludos a todos.

lunes, 7 de julio de 2008

Hancock (Hancock - Estados Unidos - 2008)

Dirección: Peter Berg
Guión: Vincent Ngo, Vince Gilligan
Intérpretes: Will Smith, Charlize Theron, Jason Bateman, Eddie Marsan, Valerie Azlynn, Hayley Stephen Bishop
Fotografía: Tobias Schliessler
Edición: Colby Parker Jr, Paul Rubell
Música: John Powell
Duración: 92 minutos







La película partida en dos. Ya desde los avances la premisa de Hancock es la de una película que trabaja un género (las películas de superhéroes) desde un lugar distinto, más autoconsciente y políticamente incorrecto. John Hancock es un superhéroe borracho, sucio, grosero con las mujeres y no tiene ningún plan para el futuro ni un deseo altruista de hacer el bien. Bueno, algo de lo último sí lo tiene, de hecho la película va dándole vueltas al porqué del accionar del héroe; Hancock, que se lleva bastante mal con los medios y el público en general, no tiene porqué ayudar a capturar a unos ladrones de un banco que se fugan en una camioneta, sin embargo, después de que un nene muy chico se lo pida (primero bien y después bastante mal) Hancock finalmente se levanta del banquito de la vereda y sale en busca de los delincuentes. Este dilema moral, nunca subrayado y siempre dibujado con sutileza, es uno de los puntos fuertes de la primera mitad de la película.


Otro punto fuerte es el juego con las convenciones del género. Peter Berg aprovecha para darle un giro a muchos códigos de las películas de superhéroes como la pulcritud del personaje (Superman, Batman, Daredevil, Spiderman, etc, son todos personajes responsables y limpios, “aseados”) la relación que mantiene con la sociedad y con las fuerzas del orden, la galantería del héroe con la chica de turno, etc. El ritmo de esta primera mitad es muy bueno; los gags se complementan con las escenas de acción y Berg termina pergeñando uno de los mejores comienzos del año. Hasta que el primer conflicto claro se resuelve y el guión pega un volantazo para el lado de la comedia romántica y el drama de pareja (o “comedia dramática”, ese pseudo género que nadie se anima a definir bien).


En la segunda mitad el tono de Hancock cambia radicalmente, y la película se estanca cuando adhiere plenamente a lo que antes, en la primera parte, miraba con suspicacia y burla: los géneros. Esta parte ya no muestra una toma de posición crítica frente al género, sino que lo que hace es jugarse de lleno primero por la comedia de pareja y después por el drama. Hancock pierde toda la inteligencia y el ritmo que hacían de la primera parte una parodia tan efectiva, y la película se desbanda en medio de momentos de solemnidad y sacrificios gravísimos.


Es imposible no preguntarse cómo hubiera sido Hancock si la segunda parte hubiera mantenido el tono de la primera; probablemente sería una de las películas del año, porque además del trabajo con el género de superhéroes y la comedia el personaje de Will Smith es grueso, pero grueso en un sentido más bien físico, grande y torpe, sin la gracia en los movimientos (o en los diálogos, o en las ideas) de otros personajes basados en cómics como los nombrados antes. Hancock pudo haber sido uno de los tanques con más gancho y más ideas de todo el año, pero en lugar de eso termina pareciendo otro exponente acartonado de la solemnidad propia del peor cine mainstream actual.

2 comentarios:

Ezequiel Villarino dijo...

Y claro, tenemos la misma opinión tomodachi (¡cómo disfrutamos de ese plano del perro corriendo detrás de Hancock!).
La primera mitad es muy buena. El cierre, puro melodrama (va más allá del drama la cosa), puro tedio y obscenidad en el tratamiento del conflicto final.
Y coincido nuevamente: podría haber sido una de las películas del año, podría... Y bueno.
Saludos!

El Criticon dijo...

Sí, el chiste del perro es uno de los mejores momentos de comedia del año. Lejos.

saludos.